A la Familia

  • La familia debe favorecer, al máximo, la autonomía de la persona con síndrome de Down, desde las primeras etapas de la vida. Esta autonomía debe llevar, consecuentemente, a la vida independiente.
  • Debe evitar la superprotección. Con la actitud sobreprotectora no hacemos sino aumentar su discapacidad y desnormalizarle en lugar de normalizar su estilo de vida.
  • La familia debe facilitar la inclusión y normalización de la persona con s.D. en su comunidad, como un ciudadano o ciudadana más de pleno derecho.
  • La familia es un pilar fundamental en el proceso educativo de sus hijo o hija. Es necesaria la implicación de los padres y madres en este proceso, y que sean tenidos en cuenta en la escolarización y educación de sus hijos.
  • Debe favorecer la inserción laboral de sus hijos. La intervención laboral corresponde a los preparadores laborales. 
     
  • Es necesaria la formación de los padres para poder, de esta manera, educar adecuadamente a su hijo o hija.
  • Debe implicarse en el movimiento asociativo, especialmente en el caso de los padres más jóvenes.
  • Educar su afectividad y sexualidad, favoreciendo su vida sexual.

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